Los bebés cuyas madres fuman en el embarazo son más propensos a tener lo siguiente:

• Pie zambo.
• Abertura en el labio (labio leporino).
• Dedos faltantes en las manos o en los pies.
• Abertura en el paladar (hendidura del paladar).

Fumar sí aumenta el riesgo de un embarazo ectópico, que ocurre cuando el embrión se implanta en una trompa de Falopio o en otro lugar fuera del útero. Esto le impide que llegue a ser un embarazo saludable y también es peligroso para la salud de la mujer.

De los estudios se desprende que el contacto habitual con el humo ambiental del tabaco puede enlentecer el crecimiento del bebé en el útero, lo que aumenta la probabilidad de que la mujer tenga un bebe con bajo peso al nacer.

La duración promedio de un embarazo es 40 semanas. Un bebé prematuro nace antes de las 37 semanas. El humo del cigarrillo contiene aproximadamente 2,500 sustancias químicas que pueden causar daños a un bebé que está creciendo en el útero. La nicotina y el dióxido de carbono son 2 de estas sustancias químicas. Estas pueden impedir que el alimento y el oxígeno lleguen al feto, lo que puede derivar en un parto prematuro o en muerte fetal.

En promedio, pesan media libra (aproximadamente 230 gramos) menos Además, estos bebés tienen más probabilidades de nacer antes de tiempo y a menudo necesitan atención especial después del parto. El tabaquismo casi duplica el riesgo de una mujer de tener un bebé cuyo peso sea inferior a 5.5 libras (2.5 kilogramos). Un bebé con bajo peso al nacer cuya madre fuma corre más riesgo de enfermarse y de morir.

Es la muerte sin razón aparente de un bebé. El síndrome de muerte súbita del lactante es la principal causa de muerte de los bebés menores de 12 meses. Estar expuesto al humo es un factor de riesgo del SMSL.

Las mujeres no deben fumar si están amamantando. La nicotina puede transmitirse a un bebé a través de la leche materna. Se trata de una sustancia química fuerte que puede dañar el crecimiento y la salud de un bebé.

Los bebés cuyas madres fuman durante el embarazo y después del parto pueden tener pulmones más débiles. Estos bebés están expuestos al humo ambiental del tabaco, que es el que emana de un cigarrillo encendido. También puede ser el humo que un fumador exhala. Los pulmones y las vías respiratorias de un bebé son pequeños. Inhalar aire lleno de humo hace que al bebé le resulte difícil respirar. Este puede causar problemas pulmonares, como asma, neumonía y bronquitis, y, también, aumentar el riesgo de un niño de tener infecciones crónicas en los oídos.